Gladys Bravo Berríos, mujer chilena de 69 años, rompe los estereotipos y a su edad se dedica al modelaje en el país trasandino. En los últimos días, en su cuenta de Instagram, pobló su feed con imágenes suyas como modelo de lencería, lo que atrajo las miradas de propios y extraños. La repercusión fue inmediata y todo su contenido se volvió viral.
Modelar para Bravo es una tarea que le resulta cotidiana y por lejos, incomoda. “No me dio pudor porque en mi perfil también he subido fotos sensuales, en pijama con ropa interior, pero cosas sutiles. También me pidieron imágenes elegantes y sutiles que acepté encantada”, remarcó en diálogo con el medio chileno LUN.
En paralelo a este boom que causa en sus redes, donde su perfil con 36 mil seguidores, Gladys se dedica al fisicoculturismo, una actividad que la mantiene esbelta, en armonía y por la cual es conocida como “la abuela fitness”. En este último tiempo contó que una reconocida marca de su país la contactó para realizar una campaña publicitaria que contendrá un catalogo de 25 prendas de ropa interior.
Campeona nacional en 2021, con un subcampeonato sudamericano en su especialidad, Bravo reparte su tiempo como entrenadora fitness profesional y también se dedica a la meditación, una de las claves para entender su fisonomía. “Sentí que era importante tener un equilibrio y eso te lo da solo estando bien de adentro. No me duele nada. Me da más energía”, remarcó.
En su día a día, claramente no puede faltar las sesiones en el gimnasio. Su rutina consiste desde hace once años en entrenar en dos turnos en el día y dentro de sus capacidades puede levantar hasta 100 kilos con las piernas y 45 con los brazos. “Ahora estoy bien, pero seguramente en diez años no voy a poder cargar lo que cargo ahora”, reconoció.
Otro de los puntos importantes que decantan en su forma es la alimentación estricta que lleva y los ciclos de sueño obligatorios que le permiten recargar energías, para poder desarrollar de forma correcta su musculatura.
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